Los nuevos términos de postbióticos y paraprobióticos surgieron a raíz de un estudio que demostró que la viabilidad bacteriana (probióticos) no es vital para los beneficios que aportan para la salud.
Así pues, surgió el término paraprobiótico haciendo referencia a los probióticos no viales, es decir, muertos. Mientras que el término postbiótico se refiere a factores solubles que pueden haber sido excretados por las bacterias vivas o liberados por la lisis bacteriana.
Los postbióticos y paraprobióticos son más seguros para aplicaciones farmacéuticas y alimentarias que los probióticos ya que no requiere de la viabilidad bacteriana.
En otro estudio se obtuvieron los postbióticos de la bacteria L. plantarum, añadieron estos postbióticos a una celulosa bacteriana y observaron que era efectivo contra L. monocytogenes incluso rodeando carne como si fuera un envoltorio. En la siguiente imagen se puede observar, a la izquierda, la celulosa sin probióticos. A su derecha la celulosa con probióticos, que tapan la mayoría de los huecos.