¿Alguna vez te has preguntado como se producen los anticuerpos con los que se tratan ciertas patologías humanas? Pues ya no tienes que esperar más, en este artículo te vamos a explicar paso a paso como se producen los anticuerpos monoclonales de primera generación, basados en la obtención a través de ratones.
Paso 1: Inmunización del ratón. Infectamos al ratón con la enfermedad en cuestión para producir la respuesta inmune y obtener las células que producen anticuerpos para esta enfermedad, en concreto sus células plasmáticas.
Paso 2: Fusión de células plasmáticas de ratón con células del mieloma. Esta fusión la podemos realizar mediante varios métodos, como son el choque eléctrico o el polietilenglicol. ¿Pero para qué realizamos la fusión con estas células ‘especiales’? Para obtener líneas celulares inmortales capaces de producir anticuerpos específicos (monoclonales). Estas líneas son llamadas hibridomas.
Células de mieloma: Línea celular establecida por Georges Köhler y César Milstein, por la que recibieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1975 al obtener los primeros hibridomas. Estas células de mieloma se caracterizan por:
- Ser inmortales (células tumorales), característica que nos interesa principalmente.
- No producen anticuerpos. Permitiendo que los anticuerpos de los hibridomas sean únicamente los de las células plasmáticas de ratón.
- No producen enzima HGPRT (Hipoxantina guanina fosforribosil transferasa). Con ello podremos deshacernos de las células no hibridadas tras la fusión.
Paso 3: Selección de células individuales mediante el Método de Dilución Limitante. Este método se basa en la realización de diluciones sucesivas de una suspensión celular, hasta conseguir una alícuota que contenga una sola célula. Cada célula individual dará lugar a una línea celular. Cada línea producirá un anticuerpo diferente.
Paso 4: Selección de la línea celular y el anticuerpo específico contra la enfermedad. Cada línea celular obtenida producirá un anticuerpo específico diferente, sin embargo, no nos valen todos. Mediante el Método ELISA, seleccionamos las células y sus anticuerpos específicos contra la enfermedad que queremos tratar.
Así obtendríamos anticuerpos monoclonales específicos para el tratamiento de patologías humana, sin embargo, al obtenerse de ratones, los anticuerpos de primera generación producen cierto rechazo en humanos. Es por ello que en los últimos años se han creado nuevas técnicas para la creación de anticuerpos de segunda generación, basados en anticuerpos quiméricos, los cuales reducen enormemente los rechazos.