Algunas de las aminas generadas tras la muerte del organismo presentan un olor muy desagradable (hedor cadavérico)

Dos ejemplos de aminas lineales producidas son la cadaverina y la putrescina, responsables del olor fétido y a putrefacción, respectivamente

La cadaverina se genera por la descarboxilación de la lisina, gracias a la enzima lisina descarboxilasa (LDC)

La putrescina se genera por la descarboxilación de la orinitina, gracias a la enzima orinitina descarboxilasa (ODC)

Dos ejemplos de aminas cíclicas son el escatol y el indol, que son responsables del olor fecal. Ambos se generan a partir del triptófano, gracias a la acción de la triptófano sintasa

